Se echa un poco de alcohol en el plato y luego un huevo
crudo.
A medida que pasa el tiempo el huevo adquiere el color y la
consistencia del huevo cocinado. El proceso es lento y necesitamos un par de
horas para completar el experimento.
Explicación
La clara del huevo contiene unas cadenas de proteínas
llamadas proteínas globulares que se encuentran enrolladas adoptando una forma
esférica. Al freír o cocer un huevo el calor y el aumento de la temperatura
producen un cambio en la estructura de las proteínas y el huevo adquiere el
color y consistencia del huevo cocinado.
Este proceso se llama desnaturalización de las proteínas y también se
puede producir por otros métodos (por ejemplo con alcohol).
El resultado final parece un huevo cocinado pero no es comestible.