Para realizar nuestro experimento
necesitamos cuatro palitos, cartón, un globo lleno de aire y una caja de
chinchetas.
En primer lugar construimos una cama de
faquir con cartón, cuatro palitos y unas chinchetas. Si colocamos
un globo lleno de aire sobre la cama de chinchetas y luego ponemos
algo de peso sobre el globo vemos que no explota.
Explicación
El efecto de una fuerza no depende sólo
de su intensidad sino también de la superficie sobre la que se
ejerce. Si la superficie es muy grande, el efecto de la fuerza se
reparte por toda ella; si, por el contrario, la superficie es
pequeña, la intensidad de la fuerza se concentra en ésta y su
efecto deformador aumenta. En este caso decimos que la fuerza ejerce
mayor presión.
En nuestro experimento empujamos el globo contra la base llena de chinchetas y vemos que no explota. La fuerza ejercida se distribuyó sobre todas las chinchetas y no había suficiente presión sobre ninguna de las chinchetas para que pudiera pinchar el globo.
En nuestro experimento empujamos el globo contra la base llena de chinchetas y vemos que no explota. La fuerza ejercida se distribuyó sobre todas las chinchetas y no había suficiente presión sobre ninguna de las chinchetas para que pudiera pinchar el globo.
A continuación empujamos el globo
contra una única chincheta y vemos que explota. En este caso, toda
la fuerza se concentra en un punto muy pequeño y la presión hace
que la chincheta atraviese el globo y explote.
Algo parecido sucede cuando el faquir se acuesta sobre una cama llena de clavos muy juntos y todos de la misma altura. El peso del cuerpo se reparte entre la superficie de todos ellos y no le ocurre nada. Pero si se apoyara solo en unos pocos, el resultado sería muy doloroso.
Algo parecido sucede cuando el faquir se acuesta sobre una cama llena de clavos muy juntos y todos de la misma altura. El peso del cuerpo se reparte entre la superficie de todos ellos y no le ocurre nada. Pero si se apoyara solo en unos pocos, el resultado sería muy doloroso.