Para realizar nuestro experimento necesitamos una copa alta, un plato, un vasito de sangre fresca, agua oxigenada y una pastilla de jabón.
Primero llenamos la mitad de la copa con agua oxigenada y la dejamos en el plato.
Luego rallamos un poco de jabón con un cuchillo y lo ponemos en la copa con el agua oxigenada. Finalmente añadimos la sangre.
Vemos que se produce una espuma blanca que desborda la copa.
Explicación.
La sangre y el agua oxigenada producen una reacción química con liberación de oxígeno gaseoso que forma la espuma. Al añadir un poco de jabón se logra una cantidad de espuma mucho mayor.
¿De donde sacas la sangre fresca?
ResponderEliminarPuedes descongelar un buen trozo de carne
ResponderEliminarOtra opción es acudir a la carnicería.
Muy interesante el experimento...me gusta mucho tu blog amigo, sigue así !!!
ResponderEliminarSaludos desde Barcelona
Viendo este experimento me ha asaltado una duda... Si la sangre y el agua oxigenada reaccionan haciendo espuma, y el jabón ayuda a aumentar la cantidad de espuma... ¿Qué pasa cuando nos hacemos una herida, la lavamos con jabón y después la esterilizamos con agua oxigenada?
ResponderEliminar¡Gracias!
no creo que pase nada raro
ResponderEliminar