Para realizar nuestro
experimento necesitamos agua destilada, agua del grifo, sal, tiza, un
par de botellas de plástico pequeñas y detergente.
En primer lugar preparamos
una mezcla de agua del grifo y sal. Luego ponemos en una botella de
plástico un poco de dicha mezcla y en otra botella una cantidad
igual de agua destilada. Por último añadimos unas gotas de
detergente en cada botella y ponemos el tapón.
Si agitamos las dos botellas
podemos ver que la botella que contiene agua con sal forma menos
espuma que la botella con agua destilada.
Explicación
Según
la cantidad de sales
que contenga disueltos el agua se puede clasificar en blanda (poca
cantidad) o dura (mucha cantidad). El agua destilada es un ejemplo de
agua blanda y para el agua dura podemos utilizar una mezcla de agua
con sal, agua mineral embotellada
o una mezcla de agua
con polvo de tiza.
Una forma
muy simple de determinar la dureza del agua es utilizar detergente.
El agua dura produce poca espuma en comparación con la cantidad de
espuma que puede producir el agua destilada. Puedes analizar el agua
del grifo de casa para ver el grado de dureza.
La
utilización de aguas duras plantea algunos problemas en las casas:
1 El agua
dura reduce la capacidad limpiadora del detergente.
2 El
agua dura contiene minerales disueltos que poco a poco precipitan
formando la cal del agua que se deposita en las conducciones, en la
grifería, etc.