Para realizar nuestro
experimentos necesitamos una hoja de papel, lápiz, regla, compás,
tijeras y un soporte vertical.
En primer lugar dibujamos en
la hoja de papel dos círculos concéntrícos, de tres y seis
centímetros de diámetro, procurando no perforar el papel con la
aguja del compás. Luego dividimos los círculos en ocho partes
iguales y trazamos unas rectas paralelas a los diámetros de manera
que las rectas corten los dos círculos (ver los detalles en el
vídeo). Finalmente cortamos ocho porciones de papel y doblamos hacia
abajo para dar forma a las palas o álabes de nuestra hélice de
papel.
Se puede sostener la hélice
en equilibrio sobre la punta de un clavo o aguja. Para evitar que se
caiga podemos usar un lápiz para hundir ligeramente el centro de la
hélice, procurando no perforar el papel.
El aparato, un anemoscopio
casero, es capaz de detectar corrientes de aire muy ligeras.
Si la
hélice se coloca a una cierta altura sobre la llama de una vela la
corriente de aire caliente ascendente (corriente de convección) pondrá
en marcha nuestro aeromotor que girará con una cierta velocidad.
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