Para realizar nuestro
experimento colocamos un círculo de papel de unos tres centímetros
de diámetro sobre tres alfileres clavados en una base. El trozo de
papel no se caerá por muy fuerte que se sople. Se puede usar un
secador de pelo para que el experimento resulte más vistoso.
La corriente de aire que cae
sobre la cara superior del trozo de papel aumenta la presión sobre
los tres alfileres que sostienen el papel impidiendo que caiga. Si se
baja el secador de pelo y se dirige el chorro de aire horizontalmente
el trozo de papel sale volando al primer intento.
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