Para demostrar el efecto Coanda podemos dejar caer un chorro de agua sobre la superficie curva de una cuchara. El líquido se pega a la superficie y sale en dirección opuesta.
Otra posibilidad es dejar caer el chorro de agua sobre una bolita ligera (por ejemplo de corcho) atada con un hilo. El líquido se pega a la superficie y sale en dirección opuesta. Por el principio de acción y reacción, la bolita saldrá en la otra dirección, hacia el chorro de agua.
